El sabor del odio

Jim Slade, soldado nordista, es condenado a trabajos forzados por negarse a luchar. Finalizada la guerra, es indultado, y al regresar a casa encuentra a su familia asesinada. Esto le trastorna y jura acabar con los culpables. Los asesinos son cuatro. Logra matar a tres de ellos, pero falta un cuarto hombre, Corbett. Jim persigue su rastro y llega a Galverston. El pueblo está amenazado por una banda de forajidos que pretende apoderarse de doscientos mil dólares del Banco. Cuando los forajidos entran en el pueblo, el sheriff es muerto por ellos. Jim se ve obligado a matar en defensa propia, y es así, como descubre su habilidad con el revólver. Le ofrecen una elevada suma por defender el pueblo y Jim acepta al saber que es Corbett el jefe de los bandidos. Es asaltado el Banco, pero alguien traiciona al forajido. El dinero ha desaparecido misteriosamente. Jim consigue enfrentarse a Corbett y lo mata, pero antes de morir, éste revela la existencia de un quinto asesino, Douglas.